Especial: DC, Starfire y el odio a las mujeres atractivas

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Por: For8Ner
For8Ner

Si… si… ya, pero Arsenio yo creo que un último especial para terminar el año…. No… no, de verdad seré más suave… pero si no me insultan luego no te quejes… noooo no hay temas raciales… bueno yo lo hago y ya vamos viendo… no, lo de la actriz negra de la serie no es… yo le daba fuerte y flojo aunque parece un cosplay (disfraz) barato… es una técnica que los jóvenes llaman “clickbait”, ya te explicaré… bueno te dejo, que me esperan.

De verdad… pero de verdad de la buena… que luego se preguntan porque la industria del cómic está de capa caída. Qué bien traído esto de capa caída ahora que me fijo… el caso…

Para enfocar esto creo que lo mejor será ir por partes. La primera es presentar a los personajes que puede que con eso ya se entiendan muchas cosas. Obviamente que cada cual saque sus conclusiones pero la buena es la mía que para eso estoy escribiendo, y si algo me ha enseñado las redes sociales es que si dices/escribes algo es cierto e inamovible.

¿Conoces a Starfire? Este personaje del universo DC es una alien que a pesar de tener un color de piel como Donald Trump, tiene un conjunto de poderes que le permiten unos asaltos con Superman. Fuerza, vuelo, rayos y otros tantos dones que la hicieron destacar dentro de las filas de los Titanes.

Creo que es más pelo que mujer…
Creo que es más pelo que mujer…

Como dato curioso es que al ser un alien tiene costumbres diferentes a los humanos y eso choca (normalmente de forma graciosa) con sus compañeros. Vamos como cuando alguien pide piña con pizza pero en vez de asco te hiciera gracia… Hay unos números con Red Hood y Arsenal donde explotan esto (creo que era una serie de “Outlaws”).

Luego tenemos a la escritora Mariko Tamaki. Para un servidor es una total desconocida, pero al parecer tras varias obras menores empezó a meter la cabeza en Marvel y DC usando personajes femeninos (mayoritariamente). Lo siguiente que debo decir son unos datos que debería ser sin importancia pero, pido que retengáis los datos y la imagen de esta señora. Es lesbiana y activista (y con sobrepeso).

Debéis ser fuertes, retened esta imagen unos segundos.
Debéis ser fuertes, retened esta imagen unos segundos.

Todo esto lleva a que la señora Tamaki se ha encargado de coger en sus garras manos el personaje de la hija de Starfire y Dick Grayson (que una cosa te digo… que bien puesto tiene el nombre… Dick… menudo pájaro…).

Un personaje así, para sorpresa de muchos, ya existía. En la genial obra “Kingdom Come” pudimos ver a este personaje en todo su esplendor. El personaje, por el exceso de todos los que por allí aparecieron, quedó poco desarrollado y parecía que esta era la oportunidad perfecta de rescatar a un personaje para una nueva generación. Mis cojones 33…

Me encanta y el dibujo del maestro Alex Ross como siempre brutal.
Me encanta y el dibujo del maestro Alex Ross como siempre brutal.

Como aborto resultado de la disminuida brillante mente de la señora Tamaki, este ha sido el resultado…

No es una broma. Lo parece, pero no lo es.
No es una broma. Lo parece, pero no lo es.

¿Recordáis la foto de la amiga Mariko? Pues no es solo el parecido físico, es que la niña es lesbiana, gótica y vive con el profundo tormento (con todo el odio que eso le genera) de ser la hija de una poderosa y atractiva heroína. De ahí el título “I’m not Starfire” (No soy Starfire).

Esto es un fanfic (obra de aficionados donde se representan ellos mismos en el universo y acompañados de los personajes que les gustan). Ya no es que algunos autores se dibujan a ellos mismos o se hacen referencia (Akira Toriyama es un maestro y puede que pionero), es que aquí una señora se ha dibujado para descargar sus neuras y complejos.

Existen personajes gays, góticos, con problemas familiares… pero ¿todo esto para descaradamente meterte en un cómic que se basa en el desprecio por una mujer atractiva? Literalmente es el principal problema, que ella no es tan atractiva como su madre.

Solo me queda la duda (ni de coña, ya sabemos cómo termina esto) de que ocurre cuando una niña, adolescente, que por lo visto necesita sentirse identificada totalmente ya que si no el mundo le oprime hasta ponerse color berenjena… que ocurrirá cuando vaya a comprarse un cómic y vea a Catwoman, Wonderwoman o Harley Quinn y a su lado observe a la señora Mariko Tamaki con cara de estreñimiento… estoy seguro que querrá ser como la hija lerda de Fétido Addams en vez de cualquiera de las otras tres nombradas anteriormente.

Y luego que nadie compra cómics o que en números enormes se pasan a leer manga…

Ya sabemos quién gana… si se veía venir…
Ya sabemos quién gana… si se veía venir…

Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame Mangame

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